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2012 - España

Cierra la puerta al diablo

12 Minutos y 8 Personajes. Carlos no tiene dinero para impresionar a la chica que le gusta y aprovecha que se le cae bastante dinero a un amigo suyo para apropiarse de él y comprarse ropa bonita y arreglar su carro.


CIERRA LA PUERTA AL DIABLO


Tema: No sigas las ideas del diablo

PERSONAJES

NARRADOR
CHAMUMALITO
CHAMUQUILLO
MALVADO
CARLOS
ÓSCAR
DANIEL
MAMÁ


ESCENA I

(Reunión de demonios en la calle.)

NARRADOR. Dos demonios, Chamuquillo y Chamumalito están esperando a su jefe Malvado.

CHAMUMALITO. Aquí viene el jefe, debemos parecer como ocupados.

MALVADO. ¡Perezosos, inútiles, ignorantes! No he oído noticias de un buen pecado entre los jóvenes de la Iglesia en meses.

CHAMUMALITO. Estamos haciendo planes.

MALVADO. ¿Como qué? Cuéntenme los grandes planes.

CHAMUMALITO. Pues, pues…

MALVADO. Puros pretextos, mentiras y palabras. Hay que poner pensamientos equivocados, por ejemplo, en la mente de Carlos, hasta que ellos crean las mentiras. Si oye algo bastantes veces, va a creerlo. Aprovéchense de una crisis, problema o deseo fuerte. Si no veo resultados, van a ver.

CHAMUQUILLO. Vamos con Carlos. Él quiere mucho a Brisa. Podemos usar esto.
.


ESCENA II

(Sala de la casa de Carlos. Su mamá está hablando por teléfono.)

MAMÁ. Hija, qué bueno que me llamaste. La medicina si ayuda algo, pero está carísima.

CHAMUQUILLO. Carlos, sin dinero para arreglar tu carro Brisa no saldrá contigo.

CHAMUMALITO. Las muchachas están buscando hombres de dinero que visten bien.

MAMÁ. Adiós hija. Sé que quieres hablar con tu hermanito. Voy arriba para acostarme otra vez. (A Carlos.) Tu hermana quiere hablarte. (Se va la mamá.)

CARLOS. Pues, estoy bien, solamente quiero invitar a Brisa a salir conmigo y sin dinero para arreglar mi carro y comprar algo de ropa no creo que pueda impresionarla. ¿Cómo podría decirle a Brisa que le doy a mi papá todo lo que gano para comprar medicina? Bueno, pues no quiero que te cueste demasiado la llamada. Adiós.

CHAMUQUILLO. ¿No te has fijado como las muchachas adoran a los jóvenes con carros bonitos y ropa fina como Alfonso? Es feo pero puede tener diez novias.

CHAMUMALITO. Dios no es justo. Desde que se enfermó tu mamá, tu familia no tiene nada. Tus amigos deben darte dinero para que no sufras tanto. Pueden usar la ofrenda de los jóvenes para arreglar tu carro.

(Toca Óscar.)

CARLOS. ¡Óscar! ¡Qué milagro! No te había visto desde la secundaria. (Se saludan.)

ÓSCAR. Pues, no me gustó la escuela pero ya tengo mi propio negocio y gano muy bien. (Saca de su bolsa billetes y se le caen algunos pero nadie lo nota.) Compré un carro del año y voy a comprarme también una casa. ¿Y tú?

CARLOS. Todavía no.

ÓSCAR. Pues, ya tengo que irme. Aquí está mi tarjeta de negocios (Cuando la saca de su bolsa, caen otra vez unos billetes.) Si tus papás necesitan nuestros productos, estamos aquí para servirles. (Sale Óscar, después Carlos se fija en el dinero y lo recoge del piso y empieza a contarlo. Es ____________ una cantidad grande.)

CHAMUQUILLO. (En voz religiosa.) Hermano, es la respuesta a tus oraciones.

CHAMUMALITO. Óscar no los necesita. Nunca vas a verlo otra vez. Solamente vino a presumir porque tú sacaste las mejores calificaciones del salón en secundaria y él las peores. Es mejor que salgas a la tienda ahora para tener la seguridad de que no vas a verlo.

NARRADOR. Carlos hizo todos los arreglos para reparar su carro y fue a la tienda para comprarse unos tenis, pantalones de mezclilla, un chaleco que siempre le había gustado y dos camisas. Pero no era feliz. Sí, tenía casi todo el dinero en su bolsa pero su conciencia estaba molestándolo mucho. Regresó a la casa.



ESCENA III

(Sala de Carlos. Llega Carlos con sus bolsas de compras muy triste.)

CHAMUQUILLO. No te sientas mal. Le puedes llamar a Óscar preguntándole si perdió dinero y le entregas los billetes que te quedan como si fueran todos los que encontraste. Será fácil.

(Suena el teléfono.)

CARLOS. ¿Bueno?

VOZ de ÓSCAR. Bueno. Oye, Carlos, ¿no encontraste algún dinero mío? Perdí________. Fui a buscar en todas partes. Pensé que tal vez se cayó de mi bolsa cuando te fui a visitar.

CHAMUQUILLO. Dile que la sirvienta lo encontró.

CARLOS. Estaba a punto de llamarte. La sirvienta lo encontró y me lo entregó ahora. ¿Quieres que te lleve el dinero mañana?

VOZ de ÓSCAR. No. Voy a tu casa ahora. Necesito entregar ese dinero hoy.

NARRADOR. Cuando llegó Óscar, Carlos dijo aún más mentiras para tapar las anteriores. Y se sintió muy culpable al ver que Óscar realmente necesitaba el dinero. Pero se sintió incapaz de confesar la verdad. Sí, invitó a Brisa a salir con él y se puso ropa nueva. Y ella noto su ropa, pero estaba tan preocupado que no disfrutó y comieron juntos sin mucho qué platicar. Las otras dos salidas no fueron de mucho éxito tampoco. Y cuando Héctor, un muchacho pobre pero muy entregado al Señor y muy alegre, invitó a Brisa solamente para tomar un helado, era obvio que ella se sintió muy contenta de poder disfrutar de la compañía de Héctor, tanto que perdió el interés en Carlos. Daniel notó que Carlos estaba triste y lo invitó a tomar un refresco.



ESCENA IV

(En un restaurante.)

DANIEL. Te veo triste y deprimido ¿qué te pasa?

CARLOS. Pues eres buen amigo. Mejor te digo la verdad; por un tiempo he fijado mis ojos en Brisa pero desde que se enfermó mi mamá no hay dinero. Entrego lo que gano a mi papá para las medicinas tan caras de mi mamá. No podía arreglar mi carro o comprar ropa de moda. Entonces vino un amigo que no había visto por años diciéndome lo rico que es. Y se le cayeron______ en mi casa. Yo me rendí a la tentación de usar algo de este dinero para arreglar mi carro y comprarme ropa nueva. Le regresé a él solamente una parte del dinero echándole la mentira de que la sirvienta lo encontró. Sí salí con Brisa pero me sentí demasiado culpable para disfrutar ese tiempo y sé que le di una mala impresión a ella. Ya ella está saliendo con Héctor y él casi no tiene dinero. Me siento muy mal.

DANIEL. Te has tragado algunas mentiras de Satanás. El valor de un hombre no depende del dinero que tiene, ni de su nivel social. La cosa más importante es estar bien con Dios. El diablo siempre trata de hacernos cumplir con deseos legítimos en forma pecaminosa. Tener carro o buena ropa o dar buena impresión a una chica no está mal, pero si rompemos los mandamientos o principios de la Biblia estamos pecando. El diablo nos ataca por nuestros pensamientos dándonos cien pretextos para justificar nuestras acciones incorrectas. Es un error considerar estos pensamientos.

CARLOS. Pero ahora, ¿qué hago?

DANIEL. Dame una Biblia. (Recibiéndola empieza a hojearla.) Aquí está, lee Lucas 19:8, 9.

CARLOS. (Con Biblia abierta lee Lucas 19:8-9) Pero qué vergüenza admitir todo esto. Si no tengo dinero para pagarlo todo, menos cuatro veces.

DANIEL. Nunca vas a tener paz si no lo confiesas a Dios y a Óscar y haces restitución, y como nosotros no estamos bajo la ley ceremonial de Moisés, no creo que sea necesario pagarlo cuatro veces, pero debes darle algo extra y pagar el interés si él tuvo que pedir prestado para pagar su deuda. Hay que empezar a dar una cierta cantidad cada semana aunque sea muy poquito, y hacerlo fielmente hasta que pagues todo.

NARRADOR. Carlos le pidió perdón a Dios y aunque era una de las cosas más difíciles de su vida le confesó todo a Óscar y empezó a pagar el dinero robado poco a poco. Sintió como una carga grande se levantó de sus hombros, pero todavía había un dolor en su corazón cuando vio a Héctor y Brisa juntos. Un día llegó otra tentación.

(Sala de Carlos. Su mamá tiene un paquete que llegó del correo.)

MAMÁ. Tu papá recogió este paquete en el correo. Es de mi tía Celia. Tal vez confundió tu cumpleaños. Ya está muy viejita.

CARLOS. Tía Celia siempre empaca las cosas como si fueran de china y tienen que pasar por la guerra. Cualquier otro regalito siempre viene envuelto en periódicos de Guadalajara (U otra ciudad.) (Finalmente Carlos saca una figura de porcelana infantil.) A ver ¿Qué está debajo de todo esto? Un perrito (u otro animalito) de porcelana con un letrero que dice: "A Carlitos en su cumpleaños".

NARRADOR. Mientras estaba recogiendo todo el papel en la caja para ponerlo en la basura, vio una historia en el periódico y empezó a leerla.

CARLOS. Qué interesante: "Madre e hijo en la cárcel en la misma ciudad". Anastasio Monsivais, encarcelado por ser acusado de matar a un hombre en una pelea entre narcos, recibió la visita de su mamá de Torreón (u otra ciudad). Ayer ella entró en la joyería “El dorado” con el pretexto de comprar un reloj. Agarró los diez relojes que estaba admirando y salió corriendo. Los guardias del centro comercial la detuvieron y encontraron las cosas robadas. Hoy ella también está en la cárcel. (Pensando.) Anastasio Monsivais de Guadalajara. Una vez Héctor pidió oración por su hermano Anastasio de Guadalajara. Monsivais es un apellido no muy común. ¿Cuántas personas en el mundo tienen el nombre de Anastasio Monsivais? Tiene que ser el hermano y la mamá de Héctor.

CHAMUQUILLO. Si la mamá de Brisa sabe esto, no le permitirá salir con Héctor.

CHAMUMALITO. Puedes mandarle el periódico a ella por correo y nadie sabrá de donde vino. Está bien informarla de la verdad.

CHAMUQUILLO. Mejor mándale una copia a la señora Largalengua. Sería como anunciarlo por televisión.

CARLOS. ¡No, no, no! No voy a escuchar estas tentaciones. No quiero hacer otra confesión vergonzosa. Primeramente puede ser otra persona. Además no es culpa de Héctor si su familia anda en malos caminos. Realmente debemos admirarlo más por seguir a Dios tan fielmente. Por último, si es la voluntad de Dios que Brisa sea mi novia, el Señor arreglará todo sin tener que meter la pata. Ya no voy a causar más sufrimiento por mi pecado.

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